En el mundo de los juegos de rol, la terminología que usamos para describir a quien dirige el juego es más que una simple etiqueta: refleja nuestra comprensión del juego y su dinámica. La discusión entre usar "Dungeon Master" (DM) según la tradición del Dungeons and Dragons o "Narrador" como en la tradición acuñada por el Mundo de Tinieblas ha sido extensa y rica en matices. Cada término conlleva su propia historia y connotaciones que influyen en cómo los jugadores perciben su papel en la aventura.
Quizás conviene señalar que las similitudes son mucho más grandes que las diferencias entre ambos y a todos les sirven la gran variedad de aprendizajes que puedan obtener en cualquier a de los sistemas o recursos especializados.
"Dungeon Master" evoca una imagen de autoridad y control, sugiriendo que el DM tiene el poder sobre el desarrollo del juego. Sin embargo, muchos argumentan que esta visión puede ser contraproducente, ya que los juegos de rol son, por naturaleza, colaborativos. El DM facilita la historia, pero no debería dominarla, permitiendo que los jugadores tengan agencia y participación activa en la creación de la narrativa.
Por otro lado, "Narrador" es visto como un término más inclusivo y menos autoritario, que describe mejor la función de guiar y describir los acontecimientos sin imponer control sobre los jugadores. Este término resalta la importancia de contar una historia en conjunto, donde los jugadores son co-creadores del mundo y sus historias.
A pesar de estos argumentos, algunos defienden el término "Amo del Calabozo" por su tradición y el peso histórico que lleva en la comunidad de juegos de rol. Argumentan que este término puede ser reinterpretado para reflejar una posición de responsabilidad y creatividad, más que de autoridad unilateral. Según esta perspectiva, el "Amo del Calabozo" es un creador de mundos y facilitador de aventuras, no un dictador de reglas.
En PiedraBruja, reconocemos que el lenguaje evoluciona y que cada grupo de juego debe encontrar los términos que mejor se adapten a su estilo y dinámica. No obstante, al considerar las funciones y responsabilidades del DM, podríamos ver el término "Amo del Calabozo" como una denominación que, cuando es interpretada desde una perspectiva moderna, abraza tanto la autoridad creativa como el compromiso con la colaboración y el disfrute compartido.
En PiedraBruja, valoramos profundamente el rol del "Amo del Calabozo" en los juegos de rol. Más allá de las preferencias personales, elegimos este término conscientemente para reconocer el papel fundamental del DM en la experiencia de juego. Eso es nuestro puntapié inicial en la formación de Amos y Amas del Calabozo. Un juego puede continuar sin un jugador, pero la ausencia del DM detiene la partida. El DM no solo guía la aventura, sino que también arbitra, organiza y asegura que se mantenga el contrato social entre los jugadores, gestionando aspectos logísticos como la programación y el lugar de encuentro. Por estas razones, en PiedraBruja empoderamos a los Amos y Amas del Calabozo, otorgándoles el reconocimiento que merecen a través del lenguaje, subrayando su importancia decisiva tanto dentro como fuera del juego.
Al final, más allá del término que elijas, lo importante es que cada sesión de juego sea una experiencia enriquecedora y divertida para todos los participantes.
¿Qué piensas tú de esto?
