Cooper es un arquitecto viudo que, ocho años después de la muerte de su esposa Laura, se ha sumido en un silencio que lo aleja incluso de su hija Cecilia. Un día conoce a Julianne en la terraza de un hotel y, con una simple mirada y sonrisa, ella logra agrietar su coraza emocional. A partir de ese momento, Cooper deberá decidir si permite que el destino le ofrezca una nueva oportunidad de ser feliz —junto a Julianne y, sobre todo, en su vínculo con Cecilia— o si permanece anclado en su dolor.