Hace poco viví mi primera experiencia jugando una partida de rol clásico, con dados, hojas de personaje y una narrativa tan única como flexible. Como aficionado a los MMORPG y RPG, siempre me pregunté cómo sería vivir una experiencia así. La verdad es que mis expectativas no eran muy altas: lo último que jugué en computador fue The Elder Scrolls Online, y pensaba que divertirme usando solo la imaginación no era una opción después de tantos estímulos visuales jugando online. Aun así, decidí darle una oportunidad, y me sorprendí gratamente al encontrarme con un verdadero juego de mundo abierto, donde el rol pasa a un plano superior.
Mi puerta de entrada fue La Bomba de PiedraBruja, una sesión one-shot ideal como punto de partida. Fue mi primera experiencia en los juegos de rol y la que me motivó a interiorizarme más en este mundo. Se ofrece tanto presencial como virtualmente, en un ambiente grato y guiado por expertos. Es una adaptación sencilla de D&D, perfecta para quienes no tienen conocimientos previos. Además, existe una versión en PDF para que tú mismo puedas dirigir la partida. No necesitas miniaturas ni escenarios 3D: la historia se construye con narración, dados y tu hoja de personaje.
Teniendo estos antecedentes claros, puedo dividir mi experiencia en varios puntos que considero importantes para entender los juegos de rol.
Incertidumbre e ideas preconcebidas
Siempre fui de esas personas algo solitarias que encuentran en los videojuegos un escape de la realidad. La música, los destellos de las habilidades y las batallas intensas han estado siempre presentes en mi vida. Pensar en los juegos de rol clásicos como una experiencia similar a jugar en computador o consolas está lejos de la realidad, y es importante diferenciarlos.
Uno suele pensar que quienes juegan rol son eruditos que se saben de memoria el reglamento y todas las dinámicas (y en algunos casos es cierto), pero no es la norma. Así como existen expertos en videojuegos, también hay juegos de entrada que presentan este mundo de una manera más amigable. En las partidas de rol, siempre habrá un Game Master dispuesto a guiarte y hacerte sentir parte de la partida desde el inicio. Llegar con esa idea en mente es clave para reducir la ansiedad y disfrutar más relajadamente. La incertidumbre siempre estará presente: ninguna partida de rol es igual a otra, y eso es precisamente lo entretenido.
La hoja de personaje
Lo primero que uno recibe al llegar a su primera partida es la hoja de personaje: tu mejor aliada durante toda la aventura. Incluso diría que no necesitas entender nada más para comenzar. En ella están todas las características que definirán el éxito de tus decisiones dentro de este mundo abierto.
Si tu personaje tiene alta inteligencia, podrás arriesgarte con decisiones más complejas, ya que tus estadísticas te respaldan en las tiradas de dados. Si tiene mucha fuerza, abrir una puerta a patadas será tu primera opción. También tendrás armas y habilidades que te ayudarán, pero lo que más influye en tus acciones son los atributos: fuerza, constitución, destreza, inteligencia, sabiduría y carisma.
El inicio de la partida
Como mencioné al inicio, mi primera experiencia fue con La Bomba de PiedraBruja, una historia corta pero muy entretenida que adapta la mecánica de Dungeons & Dragons. Jugamos con un set de siete dados que nos ayudaban a tomar decisiones. Eduardo fue nuestro Game Master, y luego de elegir nuestro personaje entre muchas figuras en miniatura muy llamativas, comenzó la introducción de la historia. No haré muchos spoilers para quienes quieran vivir la experiencia, pero su narración logró ambientarnos de inmediato en una cantina, donde cada jugador se presentó a su manera.
En los juegos de rol, si bien entrar en personaje puede ser muy divertido cuando hay confianza, no es obligatorio ser efusivo o actuar. Cada persona puede narrar sus acciones como prefiera. Por ejemplo:
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“Tomo mi cerveza y la arrojo al suelo con disgusto.”
O una versión más teatral:
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“Con mis gruesas y ásperas manos, tomo mi jarra de cerveza y la estrello contra la mesa mientras levanto mi legendaria espada de acero inoxidable.”
Para un Game Master, la segunda opción le da más material para enriquecer la narrativa, y las risas no faltarán. Pero reitero: lo importante es jugar como más cómodo te sientas.
Toma de decisiones y combate
Las partes que más disfruté fueron la toma de decisiones en equipo y el combate. Aquí es donde cada hoja de personaje brilla a su manera. Si tu personaje tiene mucho carisma, serás quien intente convencer a otros. Si eres el más inteligente, quizás debas resolver acertijos o ayudar con tu magia. Esto no quiere decir que un personaje fuerte y poco carismático no pueda persuadir; solo que su mejor estrategia será intimidar.
Algo divertido ocurrió en nuestra partida: luego de que el GM sacara y pusiera sobre la mesa un gran mapa 3D que representaba el entorno que nos estaba narrando, esquivamos trampas y usamos nuestras características para avanzar. Nos separamos en tres grupos, creando tres historias distintas en paralelo. Mientras unos luchaban por su vida, los demás planeaban su siguiente paso en otra zona de la mazmorra.
Aquí es donde el GM juega un rol fundamental para mantener la tensión y hacer que todos disfruten de las aventuras que se viven en paralelo. Mientras unos jugadores deciden, el GM se encarga de describirles la situación a los otros, que enfrentan sus propios retos. Es casi como en las series cuando te dejan en suspenso con una historia para pasar a otra, sabiendo que en algún momento podrían volver a unirse... o no. La decisión siempre está en manos del GM y su capacidad de guiar a todos a través del relato.
En estos momentos, donde se empieza a jugar por turnos, suele haber batallas que es necesario desarrollar. El lanzamiento de dados se vuelve más tenso: no solo estás tomando decisiones como antes, estás luchando. Los dados serán tu aliado para definir si un hechizo o un golpe es certero o falla y te deja expuesto frente a los enemigos. En nuestro caso, luego de estas duras batallas, llegó la calma, y volvimos a retomar la misión que nos había llevado a ese peligroso lugar. Así llegamos al final de nuestra partida.
Fin de la partida
La aventura suele terminar con una gran hazaña, coronada por un último lanzamiento de dados. En nuestro caso, tras eliminar a los enemigos y quedar con el camino libre para cumplir nuestra misión, hicimos una última tirada para definir su éxito. Lo logramos. En ese momento, todos nos relajamos y asimilamos la experiencia vivida, muchos con ganas de más.
Lo que más me quedó dando vueltas fue lo divertido que sería repetir esto con mis amigos. Jugué La Bomba de PiedraBruja con personas desconocidas y fue una gran experiencia, pero no dejaba de pensar en las bromas y situaciones épicas que surgirían con mi grupo habitual.
Una vez que terminó la partida, el GM nos habló sobre la amplia variedad de mundos que existen, cada uno con sus propias dinámicas. También nos explicó que cada historia es única: las narrativas se enriquecen con los jugadores y sus decisiones, por lo que es difícil que una campaña sea idéntica a otra. Fue difícil olvidarse de la experiencia vivida y no voy a mentir de que pasé los días posteriores buscando más y más información.
Las puertas de entrada a los juegos de rol
Mientras más profundizaba en el mundo del rol, más me agobiaba: era llamativo, pero había mucha información. En el camino descubrí que hay formas de adentrarse sin saturarse. Estas son algunas de las principales puertas de entrada que encontré:
Primero, elige tu mundo.
Existen infinitos universos dentro del rol: desde vampiros, hasta los horrores cósmicos de Lovecraft con el mítico Cthulhu, o el ya famoso mundo de Dungeons & Dragons. Cada uno tiene su tono, mecánicas y retos únicos. Solo necesitas identificar qué género te atrae más y explorar los productos que lo acompañan.
Parte por los sets de inicio o esenciales.
Una vez que hayas elegido tu mundo favorito, puedes comenzar a buscar tu juego. Existen muchos juegos que incluyen sets de inicio o esenciales, ideales si quieres algo más completo para llegar y jugar. En estos casos, quien asuma el rol de Game Master debe estar más familiarizado con las reglas. Algunos sets que más llamaron mi atención y que tengo en la mira para mi biblioteca personal son los siguientes:
El mundo del Game Master
Algo que encontré admirable fue el manejo del Game Master durante la campaña. Es prácticamente como si él estuviera jugando su propia partida. Usa una pantalla que cubre sus movimientos y un libro desde el cual narra la historia.
En mi búsqueda descubrí que si quería invitar a mis amigos a participar de una campaña, debía conocer bien las reglas y la dinámica narrativa para guiarlos y ofrecerles una experiencia entretenida. Básicamente, necesitaba herramientas distintas a las del resto. Fue así como encontré múltiples libros que explican todo en detalle y te entregan recursos para convertirte en un gran GM. Entre los más destacados encontré:
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El Resurgir del Dragón: Un libro que contiene todo para comenzar a crear tus propias historias. Se basa en el sistema de Dungeons & Dragons, explica sus reglas y dinámicas de forma clara, y contiene personajes tipo, monstruos y una aventura lista para jugar.
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So You Want To Be A Game Master: Si sabes inglés, este libro contiene todo lo fundamental para convertirte en un gran GM. Desde técnicas esenciales hasta mapas con todo lo necesario para una partida memorable.
Existen muchas más alternativas, pero esas dos fueron las que más me ayudaron a entender el rol del Game Master.
Conclusiones finales
Comencé este artículo comparando el rol de mesa con los videojuegos. Y aunque tienen muchas similitudes, son experiencias completamente distintas. En un mundo donde las pantallas lo ocupan todo, desconectarse, usar la imaginación y compartir con amigos cobra un valor inmenso.
Si te interesa conocer más sobre el rol de mesa, hay muchas opciones para empezar. Y si todavía tienes dudas, en PiedraBruja encontrarás personas que te orientarán con gusto.

