Richard Garfield, el cerebro detrás de Magic: The Gathering (MTG), es una figura que no necesita presentación en el mundo de los juegos de cartas coleccionables. Pero, ¿qué pasó cuando este titán del diseño de juegos decidió aventurarse en un nuevo territorio, creando un juego completamente diferente, Vampire: The Eternal Struggle (VTES)? La respuesta es una mezcla de innovación, controversia y un desafío a las comunidades de jugadores de ambos juegos.

El nacimiento de una leyenda

Garfield, un matemático de formación, siempre tuvo un interés en los juegos y rompecabezas. Su fascinación por la creación de juegos se materializó en 1993 con MTG, un juego que revolucionó la industria de los juegos de mesa. La idea de MTG surgió durante un viaje en coche a la costa, con el deseo de crear un juego que pudiera jugarse en ráfagas cortas y que fuera diferente cada vez que se jugara. A pesar de las dudas iniciales, MTG se convirtió en un éxito rotundo, enganchando a los jugadores con su mecánica única y su universo expansivo.

De la magia a los vampiros

Después del éxito de MTG, Garfield decidió embarcarse en un nuevo proyecto lanzado en 1995: VTES. Aunque ambos juegos comparten similitudes, como el hecho de ser juegos de cartas coleccionables, VTES presentó un nuevo desafío para Garfield. En lugar de un mundo de fantasía lleno de magia y criaturas míticas, VTES se sumerge en el oscuro y gótico universo de Vampire: The Masquerade.

VTES es un juego multijugador más complejo y estratégico que MTG, con un enfoque en la política y la manipulación en lugar de la batalla directa. Esto ha llevado a algunos a argumentar que VTES es un juego superior, mientras que otros creen que la simplicidad y la accesibilidad de MTG lo hacen más atractivo.

Arte de Ginés Quiñonero.

 

En el caso de Magic, el diseño de las primeras expansiones fue dejado a otros miembros del equipo, lo que permitió una diversidad de ideas y enfoques. Esto contrasta con Vampire: The Eternal Struggle, donde Garfield se mantuvo más involucrado en las primeras etapas, aportando su visión única al universo del juego.

En cuanto a la secuencia de diseño, se puede ver una evolución en los juegos de Garfield. Roborally, su primer diseño, sentó las bases para los juegos de cartas coleccionables. Luego vino Magic, que revolucionó el mundo de los juegos de cartas con su mecánica de construcción de mazos y su universo de fantasía. Vampire: The Eternal Struggle tomó estas ideas y las llevó a un nuevo nivel, introduciendo un mundo oscuro y gótico lleno de intrigas y conflictos. En esa época diseñó Gran Dalmuti que vio la luz muchos años después. Y luego desarrolló el juego para BattleMech y Netrunner.  

Sin embargo, a pesar de las diferencias en el diseño y la temática, todos estos juegos comparten un elemento común: la importancia de la estrategia y la adaptabilidad. Ya sea que estés jugando una partida de Magic, participando en una lucha eterna en Vampire, o compitiendo en una carrera de robots en Roborally, siempre estás desafiado a pensar en tus pies, adaptarte a las circunstancias cambiantes y superar a tus oponentes con ingenio y habilidad.

 

La controversia

Aquí es donde entra en juego la controversia. Algunos jugadores de MTG ven a VTES como un intento fallido de replicar el éxito de MTG, mientras que los jugadores de VTES a menudo critican a MTG por ser demasiado simplista y dependiente de la suerte. Ambas comunidades de jugadores tienen fuertes opiniones sobre cuál juego es superior, pero que pasa cuando repasamos los méritos de cada juego.

Ahora, para ser justos, tenemos que hablar de la modalidad multijugador de Magic que no fue creada por Garfield que es el formato Commander, también conocido por su nombre original Elder Dragon Highlander (EDH). Esta es una variante única de Magic: The Gathering que se juega con tres a seis jugadores. Cada jugador comienza con 40 puntos de vida y un mazo de 100 cartas singleton (una sola copia de carta), liderado por una criatura legendaria designada como su "comandante". Al igual que en Vampire: The Eternal Struggle, el formato Commander se centra en la interacción multijugador, con reglas que fomentan las alianzas temporales y la política entre jugadores. La naturaleza multijugador de ambos juegos permite una dinámica de juego rica y variada, donde las estrategias deben adaptarse constantemente a las acciones de los demás jugadores. En este sentido, el formato Commander puede considerarse el equivalente más cercano a VTES dentro del universo de Magic: The Gathering, ya que ambos formatos comparten un enfoque en la interacción multijugador y la estrategia a largo plazo.

 

El desafío

Garfield ha demostrado ser un innovador en el mundo de los juegos de cartas coleccionables, y tanto MTG como VTES tienen sus propias fortalezas. En lugar de caer en debates sobre cuál juego es "mejor", quizás deberíamos apreciar la diversidad y la innovación que ambos juegos aportan al género. Después de todo, ¿no es esa la verdadera esencia de los juegos de cartas coleccionables?

En una entrevista con Black Chantry Productions, Garfield comparó MTG con una mano de póker y VTES con un torneo de póker. Esta analogía ilustra perfectamente las diferencias entre los dos juegos. Mientras que MTG puede ser rápido y emocionante, VTES ofrece una experiencia más profunda y estratégica, similar a la de un torneo de póker.

Garfield también habló sobre cómo VTES rompe con las normas establecidas por MTG, explorando nuevas formas de jugar y gestionar el tamaño de la mano. Esta voluntad de innovar y experimentar es una de las razones por las que VTES ha logrado mantener una base de jugadores leales a lo largo de los años.

Las power 9 de MTG son cartas que no se pueden igualar en el juego.

 

En los primeros días de desarrollo de Vampire: The Eternal Struggle, el equipo trabajó arduamente, pero sin prisa, impulsado por la emoción de explorar las posibilidades que los juegos de cartas coleccionables podían ofrecer. Garfield, en particular, estaba interesado en trascender los estándares establecidos por Magic: The Gathering, buscando innovar y abrir nuevos caminos en el género. A pesar de estar limitado por el mundo ya establecido de White Wolf, encontró una gran cantidad de recursos y posibilidades emocionantes para aprovechar. Con el tiempo, Garfield ha llegado a apreciar los estándares establecidos por los diseños anteriores, reconociendo su utilidad no solo para los diseñadores y desarrolladores, sino también para los jugadores. Sin embargo, en aquel entonces, la tentación de explorar era probablemente demasiado grande, y los jugadores estaban ansiosos por ver qué más era posible en el mundo de los juegos de cartas coleccionables.

La mecánica de "reemplazar cada carta jugada inmediatamente" en Vampire: The Eternal Struggle puede parecer extraña y desconcertante para muchos que están acostumbrados a otros juegos de cartas. Garfield cree que esto se debe a que rompe el estándar que presenta Magic: The Gathering. A lo largo de su carrera, ha experimentado con muchas formas de manejar el tamaño de la mano en varios prototipos, incluyendo sistemas que se utilizan en los juegos de construcción de mazos de hoy en día, donde se roba una nueva mano completa cada turno, o como vemos en Keyforge, donde los jugadores recuperan su mano hasta un tamaño particular al final de su turno. Es bueno ver alguna variación en estos métodos porque la forma de acceder a las cartas puede dominar las estrategias que surgen. El reemplazo inmediato hace que el juego se centre más en utilizar lo que tienes de la mejor manera posible, en lugar de guardarlo para el mejor efecto.

En VTES si bien hay cartas reconocidamente "buenas" se integran en nivel de poder al resto del juego. 

Mientras que Garfield considera que una duración de media hora por jugador es un estándar aceptable para los juegos de mesa, también cree que esto socava en cierta medida a Vampire: The Eternal Struggle como juego de cartas coleccionables. Tras su publicación, comenzó a valorar la capacidad de jugar varias partidas de Magic en una sola sesión y modificar su mazo entre ellas, algo que echaba de menos en Vampire: The Eternal Struggle, donde las partidas suelen durar demasiado para permitirlo. Otra cosa ha sucedido con el formato Commander que anula esta diferencia. Una vez que las personas se adentran en un juego, está bien que el marco de tiempo en el que modifican su mazo sea más largo. Por eso, cuando las personas están empezando a jugar, si sólo juegan una vez, se están perdiendo una de las partes fundamentales de un juego de cartas coleccionables: la variación de sus herramientas.

En una partida de Vampire: The Eternal Struggle, no tienes que preocuparte por hacer enemigos eligiendo a quién atacar. La regla de "atacar a la izquierda" te proporciona un objetivo predeterminado, lo que te permite concentrarte en la estrategia y la interacción con el juego en lugar de en la dinámica social. Esta regla también promueve una mayor interacción entre los jugadores, ya que todos están involucrados en el juego en cada turno. En resumen, Vampire: The Eternal Struggle ofrece una experiencia de juego única que combina estrategia, interacción y un ambiente social positivo. La mecánica de "atacar a la izquierda" de Vampire: The Eternal Struggle es un elemento que Garfield ha encontrado particularmente útil y ha incorporado en varios de sus juegos posteriores. Esta regla, aunque no soluciona todos los problemas de un juego de todos contra todos, proporciona un punto de partida sólido y es especialmente amigable para los jugadores casuales.

Además, Garfield menciona que le gustó especialmente la mecánica de votación en Vampire: The Eternal Struggle. Consiste en una mecánica en la que los jugadores votan sobre cartas políticas con los Vampiros más importantes de su Camarilla (u otras sectas) según "títulos" que ostentan. Esta mecánica añade una capa adicional de interacción y estrategia, ya que los jugadores negocian y forman alianzas para asegurarse de que las votaciones salgan a su favor.

 

¿Haz probado ambos juegos?

Entonces, ¿qué piensas? ¿Es VTES un digno sucesor de MTG, o es simplemente una sombra de su predecesor más famoso? ¿O tal vez ambos juegos tienen su lugar en el panteón de los juegos de cartas coleccionables? Sea cual sea tu opinión, una cosa es segura: Richard Garfield ha dejado una huella indeleble en el mundo de los juegos de cartas coleccionables, y su influencia se sentirá durante muchos años.

Comments

• Que buen articulo. Saludos

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